¿Los dinosaurios realmente se extinguieron? (V.3, N.4, P.13, 2020)

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Tiempo de leer: 4 minutos

#accesibilidad Ilustración de dos aves primitivas con bosques, montañas y el cielo azul al fondo.

Texto escrito en colaboración con Pedro Vinícius Rodrigues de Lima

Al final del Cretácico superior, hace aproximadamente 66 millones de años, un asteroide de 15 km de diámetro caía sobre la tierra, en un lugar especialmente catastrófico: el Golfo de México. Al alcanzar el mar y chocarse con la tierra liberó gran cantidad de azufre a la atmósfera, prolongando el enfriamiento global. La tierra se volvió fría y oscura y los recursos escasearon, imposibilitando la vida de los grandes e imponentes dinosaurios. De todas las especies, quedaron solamente alrededor del 25%. Este grupo restante es por lo tanto responsable de toda la historia evolutiva siguiente de los organismos que poblaron nuestro planeta hasta hoy. Entonces, ¿los dinosaurios hacen parte de las especies sobrevivientes?

Para entender cómo este cataclismo influyó en la dinámica de las especies que vivían antiguamente, es necesario entender cómo eran los animales y las plantas, ya que los organismos de la época eran diferentes de los actuales. Durante el final del Cretácico las angiospermas surgieron en la flora y comenzaron a convivir con las ya establecidas gimnospermas. También aparecieron muchos insectos que empezaron a relacionarse ecológicamente con las plantas. Los mamíferos ya existían antes del Cretácico, pero es en este período en el que los linajes actuales surgen. Las aves al final del Jurásico (período anterior al Cretáceo) eran menos derivadas, es decir, tenían características más ancestrales. Estas aves eran completamente diferentes de los pájaros modernos, tenían colas largas con vértebras, antebrazos largos y garras en las alas (Imagen 1). Durante miles de años, los linajes se fueron modificando y en el Cretácico ya existían pájaros similares a los modernos, con huesos, desdentados y robustos, con antebrazos más cortos, colas truncadas y sin garras en las alas. En esa época surgieron muchas familias nuevas de dinosaurios, como los ceratópsidos, que tenían cuernos. Los dinosaurios terópodos (por ejemplo, el velociraptor y el tiranosaurio, estrellas de Jurassic World), dinosaurios bípedos y generalmente con plumas, ya convivían con las aves y con los pterosaurios, que eran voladores (y que no son dinosaurios!).

#Accesibilidad Ilustración de un dinosaurio con características primitivas, como pico con dientes, alas con garras y cola larga con muchas vértebras que son características de “reptiles”, y alas con plumas de contorno, característica de aves.

La península de Yucatán separa el golfo de México del mar Caribe y fue en esta península que el asteroide cayó. Existen diversos estudios sobre los eventos posteriores. Entre ellos, una investigación de 2016 se destaca por afirmar con fundamentos sólidos, que el asteroide impactó una reserva de petróleo y dispersó una nube gigantesca de hollín alrededor de la tierra. Por otro lado, así como fue descrito al inicio, la hipótesis que se acepta es la de que, con el choque del asteroide en esta región, hubo liberación de azufre a la atmósfera y acumulación de ácido sulfúrico en nubes, causando precipitación de lluvias ácidas de larga duración. De todas formas, hay fuertes indicios de que la atmósfera densa obstaculizó la luz solar, comprometiendo organismos fotosintéticos y disminuyendo la temperatura del planeta.

Esta explosión tuvo consecuencias devastadoras, diezmando cerca de tres cuartos de la vida en la tierra, incluyendo los dinosaurios no aviares. Con el colapso de los bosques, las aves arbóreas no sobrevivieron y entraron en extinción, mientras que las aves de pequeño tamaño que vivían en el suelo pudieron desarrollarse y encontrar un nicho ecológico. Fue solo con el paso del tiempo y la recuperación de los bosques que las aves arbóreas lograron restaurarse en el ambiente boscoso. De esta manera, una porción del linaje de las aves sobrevivió a la extinción en masa, originando la gran cantidad de aves modernas que hay actualmente, cerca de 11 mil especies.

Es así como, estudiando los dinosaurios extintos y las aves, nos damos cuenta de que las aves son también dinosaurios terópodos, que pertenecen al superorden Dinosauria. Dentro de este superorden existen diversas características notables, como la de andar solo con las puntas de los dedos apoyadas en el piso, pescuezo en forma de S, tener áreas específicas de ajuste de la musculatura del húmero, entre otras (en la imagen 2 es posible apreciar semejanzas visuales). Por consiguiente, ¡los dinosaurios sí sobrevivieron a la extinción!