#accesibilidad: La figura muestra una noche en el bosque. Hay mucha vegetación, otras plantas en el suelo, árboles, y puede verse la silueta de montañas al fondo. Entre las plantas se ven círculos amarillos que representan luciérnagas.
¿Quién no ha tenido la oportunidad de observar, de lejos en la ciudad, en noches de verano al aire libre, unos pequeños puntos de luz que se mueven en el aire? ¡Es muy probable que hayan visto luciérnagas! Las luciérnagas son seres vivos que emiten luz propia y por esta razón se conocen como seres bioluminiscentes. Estos pequeños insectos tienen una enzima llamada luciferasa que reacciona químicamente con la luciferina en presencia de oxígeno, ¡produciendo luz! A este fenómeno se le da el nombre de bioluminiscencia. Pero ¿para qué emiten luz las luciérnagas? La bioluminiscencia en el caso de las luciérnagas está relacionada con la reproducción. Las hembras responden a los machos en movimiento durante el proceso de apareamiento, y ambos emiten luz que es reconocida mutuamente. Lo que es todavía más interesante, es que, debido al patrón de emisión de luz, pueden reconocerse como individuos del mismo grupo.
Es importante resaltar aquí, que bioluminiscencia es diferente a bio-fluorescencia, porque en la primera, la producción de luz ocurre a través de una reacción química, mientras que en la bio-fluorescencia la molécula fluorescente necesita ser estimulada por radiación, que es absorbida y emitida luego en forma de luz visible.
No solo en el aire podemos observar seres bioluminiscentes, también en el agua. Es más, el ambiente marino es el más rico en seres vivos bioluminiscentes. En regiones más profundas de los océanos es posible encontrar muchos animales y hasta bacterias luminiscentes dentro de animales, que se benefician de la emisión de luz. La bioluminiscencia es útil, por ejemplo, como soporte en la búsqueda de presas, defensa, comunicación, entre otros.
Y en la superficie del mar ¿podemos observar algún ser vivo que emita luz? ¡Sí! Además de las luciérnagas, los organismos bioluminiscentes que se encuentran con más frecuencia son los dinoflagelados presentes en la superficie del mar. Son microorganismos (organismos microscópicos) unicelulares y eucariotas (organelos internos), cuya emisión de luz tiene la función ecológica de, por ejemplo, defenderlos contra depredadores que son perturbados por la luz y ¡no se alimentan de seres brillantes! Esos microorganismos, así como otros organismos marinos, generalmente emiten luz azulada, y esto está relacionado al ambiente donde la luz azul alcanza mayores distancias. El dinoflagelado llamado Noctiluca scintillans es un ejemplo común que puede observarse en playas en períodos nocturnos, alrededor de embarcaciones en movimiento, o simplemente al agitar la superficie del agua. La fuerza del movimiento del agua sobre las células desencadena el proceso que resulta en la emisión de luz. Así como pasa con las luciérnagas, los dinoflagelados también poseen la enzima luciferasa que es responsable de la reacción química con la luciferina, en presencia de oxígeno.
La bioluminiscencia tiene diversas funciones en un organismo. ¿Será que esta propiedad de emitir luz podría ser usada para otras aplicaciones además de las ecológicas mencionadas anteriormente? ¡Sí! Por medio de técnicas de modificación genética, podemos hacer que un organismo no bioluminiscente emita luz, como una forma más simple y rápida de señalización y detección en tecnologías desarrolladas en un laboratorio. Sin embargo, las técnicas utilizadas en la producción de organismos que emiten luz no deberían ser usadas con el objetivo de introducir un dado organismo en la naturaleza si esta emisión de luz no tiene una función biológica o ecológica bien definida y aprobada por una entidad reguladora responsable.
Al observar que muchos organismos marinos producen luz, el lector podría pensar: ¿sería posible tener seres bioluminiscentes en casa? Haciendo una búsqueda rápida se puede encontrar en páginas comerciales, recipientes de plástico transparente que se venden con un líquido con dinoflagelados bioluminiscentes. El recipiente se agita, así como el agua del mar, y cuando se apaga la luz, se observará la luz que emiten los microorganismos. Diferentes formatos de recipientes pueden utilizarse como acuarios decorativos de dinoflagelados.
Fuentes:
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https://www.nationalgeographic.org/encyclopedia/bioluminescence/
Vídeo Your very own pet Dino! do canal Vat19 no YouTube
https://www.ted.com/talks/edith_widder_the_weird_wonderful_world_of_bioluminescence